También trabajamos mediante una serie de películas, dos de las cuales que elegí eran Cobardes, producida por los directores José Corbacho y Juan Cruz, y Tenemos que hablar de Kevin, cuya directora es Lynne Ramsay.
A través de estas películas elaboré mi propio cinefórum dirigido a los alumnos de primaria con el objetivo de concienciar a los jóvenes y padres sobre las consecuencias y repercusiones que pueden llevar a cabo si se actúa de la misma manera que se comportan los niños de las películas.
En Tenemos que hablar de Kevin vemos como el protagonista tiene un grave problema psicológico. Su madre Eva lo deja todo para poder tener a su hijo con Franklin. La relación entre ambos es cercana hasta que nace el niño. El niño, Kevin, y Eva establecen una relación desde los primeros años difícil. Kevin tiene una actitud de rechazo contra su madre, en cambio, con su padre no. Sus vidas cambian en el momento que el Kevin hace 16 años. Este provoca un accidente que nunca será perdonado por la sociedad. Eva intenta continuar con su vida como puede.
En cambio en Cobardes podemos ver un claro ejemplo de acoso escolar , también llamado como bullying. Gaby es un chico de 14 años que tiene miedo de ir a la escuela. Cuatro de sus compañeros, en especial Guille, lo maltratan continuamente. Guille no quiere defraudar a su padre por eso quiere actuar como un líder. Los padres de Gaby tienen miedo porque no saben que le pasa. Esto conlleva a que las dos familias protagonistas se preocupen por sus hijos.
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